
A tan solo cuatro kilómetros del núcleo urbano de Onda, enclavado entre pinares y bancales antiguos, se alza el Ermitorio del Santísimo Salvador, un conjunto arquitectónico que conjuga fe, historia y naturaleza. Más que un simple edificio religioso, este espacio constituye un símbolo profundo de la identidad del pueblo de Onda, tanto por su valor patrimonial como por el arraigo popular de su devoción.